martes, febrero 17, 2004

Mientras tanto en el Salón de la Justicia:
Navegando por la red me encontré con una noticia bastante interesante. Resulta que la semana pasada, por error, el sitio canadiense de amazon.com mostró el nombre verdadero de aquellas personas que habían realizado reseñas de libros.
Además de los problemas relacionados con la privacidad de los autores de los comentarios (que ascienden a unos 10 millones, cifra que crece en unos 10.000 cada semana), reveló un hecho curioso: se detectaron multitud de casos en que las reseñas estaban escritas por los propios autores de los libros, que no dudaban en destacar las bondades de sus obras y calificarlas con las preciadas 5 estrellas.
Esto sólo demuestra que la vanidad sigue siendo uno de los pecados más recurrentes del ser humano. Yo sólo opino que, si uno no habla bien de sí mismo,¿quién lo va a hacer? :P
En el artículo "Amazon Glitch Unmasks War of Reviewers" (de Amy Harmon, New York Times) se describen con detalle diversos casos en que esto ha ocurrido y los comentarios por parte de los afectados.
Pero el escándalo no acaba ahí, también se describen casos de autores que han escrito comentarios muy negativos de libros escritos por otras personas con las que mantienen alguna rencilla. O casos de escritores que han enviado mailing masivos solicitando la escritura de una crítica favorable de su libro. O situaciones en que han utilizado la opción de crear una lista de recomendaciones, integrada unicamente por sus obras.
Sin meternos a juzgar la ética detrás de todas estas acciones podemos decir que las cifras hablan por sí mismas, pues está demostrado que las ventas se ven afectadas por el número de estrellas asignado por los autores de los comentarios.
Por lo pronto estoy pensando meterme a algun foro donde pueda hablar bien de este blogg que acaba de nacer....