Departamento de caídas de veinte vol. 3
Aprendices del lado oscuro...

El otro aspecto que me quedaba pendiente por ahí es la explicación de mi nuevo, futuro y posible aprendiz. Breve comentario:

Hay un alumno aquí en la universidad que por su perfil y la iniciativa que ha mostrado ha sido invitado a participar como una especie de maestro adjunto u honorario, por lo menos en lo que es su área de interés, las artes.

El asunto está en que, por pláticas que ha tenido con Chelly, su forma de ser y de encajar (o más bien, de no encajar) entre sus compañeros me recuerdan bastante a quien yo era hace un par o un poco más de años.

Numerosos chismes y golpes de los que la mayoría del público cautivo están enterados me hicieron cambiar aspectos sustanciales de mi personalidad y alejarme un buen trecho de esa forma de ser.

Lo curioso del asunto es que recién cuando lo conocí me cayó de regular a mal, y con el paso del tiempo ha ido evolucionando a solamente regular.

Hablando con Chelly, él mismo ha dicho que cree que tenemos bastante en común, o al menos que nos parecemos en ciertas cosas, y de hecho no anda tan errado.

Como mencioné anteriormente, la relación entre un Lord Sith y su aprendiz siempre está basada en una mutua desconfianza y la búsqueda de poder, hasta que solo uno quede y surja un nuevo aprendiz.

Toda proporción guardada, la situación en este caso es medianamente similar. Este chavo no me cae mal, pero tampoco somos particularmente cercanos. Por otro lado, sí se parece bastante a quien yo era hace unos años, y siempre resulta tentador moldearlo para que salga más pronto de su situación (cosa que me hubiera gustado que alguien hiciera por mí) y se convierta en mi seguidor jejeje.

Aunque no pudiera decirse que seria un aprendiz en una situación de mutua desconfianza, sí podría irlo moldeando para tener mi propio Minion al cual instruir en las artes oscuras de la vida secuencial.

Veremos próximamente cómo se dan las cosas...

Y no puedo insistir lo suficiente en que la canción de la semana es Don, de los argentinos Miranda!, Excelentes.