viernes, agosto 19, 2005

La Vida Secuencial Hoy
Primera de Cuatro partes: Antecedentes históricos

Todos crecimos con una determinada influencia en nuestras vidas que marcó nuestros intereses, actitudes y aficiones, que moldearon nuestra forma de ver la vida y definieron aspectos vitales de nuestra personalidad.

Para algunos fue la familia, para otros el trabajo, para la mayoría de nosotros los RPG's, los videojuegos, el animé y manga, las películas o, en mi caso, los cómics.

El arte secuencial, esos cómics que tanto disfruto, tampoco están exentos de un proceso evolutivo, y si quiero que entiendan algunos de los principales cambios que han sucedido en estos últimos años, debo ponerlos en materia.

Para nadie es una sorpresa el hecho de que, como gran parte de la cultura occidental, el principal productor de cómics de un determinado tipo comercial es Estados Unidos (el mercado europeo o asiático merecerán algún día su post aparte, pero por ahora los omito).

Las más grandes y emblemáticas compañías editoriales tienen su sede y corazón ahí:

DC cómics, referencia obligada en este aspecto y padre (tutor sería más adecuado) de los más destacados íconos del medio (Superman, Batman, Flash, la Mujer Maravilla). Son los representantes más "serios" o "maduros" de la industria, sus íconos son los padres de todos los demás superhéroes, y este carácter se ve continuamente reflejado en sus historias. No abundo en su descripción porque retomaré el asunto en los siguientes posts.

Marvel, la llamada "casa de las ideas", quienes revolucionaron el mercado de los cómics a principios de los 60's y dieron nacimiento a la llamada "edad de plata" en este medio. Son los creadores de figuras más "jóvenes" pero no menos conocidas: Spiderman, los Hombres X, los Avengers, el Capitán América, entre otros. De unos 6 o 7 años para acá prácticamente han monopolizado las listas de cómics más vendidos mes tras mes, y su expansión al mundo del cine parece incontenible... aunque sus resultados no siempre tengan la calidad deseada.

Image, los hijos ilegítimos y resentidos niños bonitos de la "casa de las ideas". Compañía nacida cuando las superestrellas dibujantes de Marvel Cómics lucharon por sus derechos y la autoría de sus personajes. Con nombres como Todd McFarlane (padre de Spawn y dueño de un creciente imperio en el mundo de los juguetes y figuras de acción coleccionables, entre otros medios), Jim Lee o Rob Liefeld, constituyen la única historia de éxito entre los numerosos intentos de nuevas compañías por robarle un nicho del mercado de los cómics a las grandes editoriales. Más de 10 años de existencia y la creación de algunas de las más exhuberantes mujeres del mundo del cómic (ejemplo destacable: Witchblade) los respaldan.

Estos posts se concentrarán en las tendencias seguidas recientemente por las dos primeras compañías. De Image tiene rato que no leo nada y francamente desconozco lo que ande sucediendo por allá. Sin embargo, vistos ya los principales nombres de la industria, veamos un poco de su historia.

Hace tiempo corría por mi mente aventarme un artículo de carácter semi-serio que hablara de una cuestión sumamente interesante. Si la cultura es un reflejo de la historia y las tendencias humanas, y siendo los cómics parte de la cultura de una nación, ¿cómo se ve reflejada esta última en ellos?

Para no hacer el post muy largo pero sí interesante, me remitiré a la principal conclusión. Si los superhéroes creados en América defienden sus ideales, el principal reflejo de su cultura va en función de los enemigos a los que combaten. Ejemplos:

Pasada la prehistórica infancia de los cómics por allá de los años 20's y 30's (la era de los Western y las historias de misterio y mosntruos varios), y llegando a la primera y gran Era Dorada de la industria, a mediados de los 40's, los enemigos tradicionales de los nacientes superhéroes fueron los Nazis, pasando poco después a ser espías del Eje o hasta japoneses hacia el final de la guerra.

Más tarde, durante casi todo el periodo de la Guerra Fría y ya entrando en la Era de Plata, los enemigos tradicionales de Superman, el Hombre Araña y la mayoría de los superhéroes en ambas editoriales eran: Comunistas, científicos locos con un interés por conquistar al mundo, o monstruos nacidos de alguna cuestión nuclear fallida. No faltan las menciones a la guerra de Vietnam y algunos otros episodios destacados, como la Crisis de los Misiles con Cuba.

Ya para cuando nosotros vimos la luz (los años 80), y en un periodo en que la mayoría de los cómics (por lo menos los de DC, Marvel tardaría una década más en aventarse un rpoyecto así) sufrieron la primera gran reestructuración de su historia, los enemigos de la nación y de sus héroes pasaron a ser terroristas iraníes, seguidores del Ayatola Jomeini, narcotraficantes sudamericanos y ya para el final de la década, remanentes rebeldes de la extinta KGB y la desaparecida Unión Soviética.

Uno pensaría que, actualmente, los enemigos de la nación serían nuevamente los terroristas, en esta ocasión talibanes y al-qaedanos. De hecho algo de eso hay, pero la principal y más preocupante tendencia, sobre la cual me enfocaré a lo largo de los siguientes posts, es aún más peligrosa: el enemigo interior, es uno que siempre ha estado ahí; invisible, omnipresente... ellos mismos.

Para no fastidiarlos lo dejo ahí por ahora. Faltan algunos antecedentes por mencionar para ponerlos en materia. Esta vez serán antecedentes específicos de cada cómic sobre el que quiero hablar y algunos detalles que deben conocer para saber de qué les estoy hablando.

Tarde pero consistente cumplo con actualizar, para no perder la tendencia. Pronto, más posts de este mismo largo, o más :P