La diatriba diaria sobre el valor de la opinión de los demás:
El dia de hoy pasé a echarme una de mis cinco o seis comidas diarias en conocida cadena de comida rápida especializada en los Mctríos y las sabrosas hamburguesas artificiales con alta denominación de grasas y colesterol.
Lo sorprendente del caso fue que, junto al menú usual de comida grazza que los gringos han proporcionado al mundo, aparecía en grandes letreros y como la novedad del momento una "amplia" selección de ensaladas y productos varios pensados para ese mercado que cree poder encontrar comida saludable, barata y (lo peor) sabrosa, en uno de estos restaurantes.
Esto me hizo recoerdar el escándalo que se dio hace un par de meses (tal vez menos) en que un director norteamericano realizó un documental sobre el mes entero que pasó alimentándose exclusivamente de Big Mac's y el nefasto resultado que esto tuvo en su salud; a raíz de lo cual, los directivos de la empresa se propusieron (ahora que habían quedado en evidencia) ofrecer al público un menú más saludable lo antes posible.
Sumado a esto, el último de los escándalos internacionales también va de la mano de nuestros amigables vecinos del norte, con las supuestas torturas que soldados de la coalición (cuesta creer que sólo los gringos tengan ese morbo tan particular) le impusieron a los prisioneros de guerra en Iraq. Hoy mismo apareció Mini-me (léase el presidente George W. Bush) disculpándose públicamente con la comunidad internacional por este último chistecito que se aventaron sus tropas.
En ambos casos, al parecer inconexos, podríamos decir que los gringos (como empresarios o como líderes políticos) reaccionaron de manera bastante pueril (nótese el fluido uso de palabras domingueras que significan actuar de manera infantil) ante lo que los demás pensaran de ellos. Me explico:
En el caso de McDonald's, no nos andemos con hipocrecias: si quisiera comida natural y saludable iría yo a un 100% natural, a una juguería de mercado o comería en mi casa. Para comida sabrosa, grazza, más po menos barata y poco saludable recurro a todas esas joyas que nos ha dado la cultura norteamericana, como los McDonald's, Taco Bell, Kentucky o cualquier otro ejemplo que se les ocurra. Decir que sólo por poner una barra de ensaladas McDonlad's y sus similares son ya el ejemplo de la dieta saludable da risa. Yo por lo pronto, en caso de pedir una, la usaré para acompañar un suculento y llenador mctrío en toda la forma.
En el caso de las torturas: empecemos por pensar que sean reales todas las fotos (con la magia del photoshop y los pocos escrúpulos de la prensa en estos días ya no se puede uno fiar de nada). Que a Bush de pronto le haya salido el sentido de la vergüenza y le dé por disculparse con todo mundo por sus errores o los "jueguitos" de sus mushashos es el colmo. Si tanto le importaba la opinión que el mundo tiene de él y de su país, no se hubiera aventado dos guerritas sucesivas e injustificadas en primer lugar.
Como dije, en ambos casos los gringos sólo hicieron gala de un comportamiento infantil y un muy pobre sentido de la vergüenza. Por suerte para ellos, lo peor de su cultura sigue siendo lo más sabroso y lo más fácilmente exportable, lo que los hace ser medianamente tolerados en este mundo que nos tocó compartir. Yo en lo personal me declaro seguidor de gran parte de su estilo de vida, y sólo les deseo que tengan un mejor tino para elegir gobernantes demócratas por los próximos 80 años.
Quedan pendientes mis comentarios sobre el sentido de la vida, pero no duden que he estado pensando lo que voy a poner. Como adelanto les diré que he empezado a pensar que realmente no existe un verdadero sentido de la vida; al menos no uno general, pero de eso ya me ocuparé más adelante.
El dia de hoy pasé a echarme una de mis cinco o seis comidas diarias en conocida cadena de comida rápida especializada en los Mctríos y las sabrosas hamburguesas artificiales con alta denominación de grasas y colesterol.
Lo sorprendente del caso fue que, junto al menú usual de comida grazza que los gringos han proporcionado al mundo, aparecía en grandes letreros y como la novedad del momento una "amplia" selección de ensaladas y productos varios pensados para ese mercado que cree poder encontrar comida saludable, barata y (lo peor) sabrosa, en uno de estos restaurantes.
Esto me hizo recoerdar el escándalo que se dio hace un par de meses (tal vez menos) en que un director norteamericano realizó un documental sobre el mes entero que pasó alimentándose exclusivamente de Big Mac's y el nefasto resultado que esto tuvo en su salud; a raíz de lo cual, los directivos de la empresa se propusieron (ahora que habían quedado en evidencia) ofrecer al público un menú más saludable lo antes posible.
Sumado a esto, el último de los escándalos internacionales también va de la mano de nuestros amigables vecinos del norte, con las supuestas torturas que soldados de la coalición (cuesta creer que sólo los gringos tengan ese morbo tan particular) le impusieron a los prisioneros de guerra en Iraq. Hoy mismo apareció Mini-me (léase el presidente George W. Bush) disculpándose públicamente con la comunidad internacional por este último chistecito que se aventaron sus tropas.
En ambos casos, al parecer inconexos, podríamos decir que los gringos (como empresarios o como líderes políticos) reaccionaron de manera bastante pueril (nótese el fluido uso de palabras domingueras que significan actuar de manera infantil) ante lo que los demás pensaran de ellos. Me explico:
En el caso de McDonald's, no nos andemos con hipocrecias: si quisiera comida natural y saludable iría yo a un 100% natural, a una juguería de mercado o comería en mi casa. Para comida sabrosa, grazza, más po menos barata y poco saludable recurro a todas esas joyas que nos ha dado la cultura norteamericana, como los McDonald's, Taco Bell, Kentucky o cualquier otro ejemplo que se les ocurra. Decir que sólo por poner una barra de ensaladas McDonlad's y sus similares son ya el ejemplo de la dieta saludable da risa. Yo por lo pronto, en caso de pedir una, la usaré para acompañar un suculento y llenador mctrío en toda la forma.
En el caso de las torturas: empecemos por pensar que sean reales todas las fotos (con la magia del photoshop y los pocos escrúpulos de la prensa en estos días ya no se puede uno fiar de nada). Que a Bush de pronto le haya salido el sentido de la vergüenza y le dé por disculparse con todo mundo por sus errores o los "jueguitos" de sus mushashos es el colmo. Si tanto le importaba la opinión que el mundo tiene de él y de su país, no se hubiera aventado dos guerritas sucesivas e injustificadas en primer lugar.
Como dije, en ambos casos los gringos sólo hicieron gala de un comportamiento infantil y un muy pobre sentido de la vergüenza. Por suerte para ellos, lo peor de su cultura sigue siendo lo más sabroso y lo más fácilmente exportable, lo que los hace ser medianamente tolerados en este mundo que nos tocó compartir. Yo en lo personal me declaro seguidor de gran parte de su estilo de vida, y sólo les deseo que tengan un mejor tino para elegir gobernantes demócratas por los próximos 80 años.
Quedan pendientes mis comentarios sobre el sentido de la vida, pero no duden que he estado pensando lo que voy a poner. Como adelanto les diré que he empezado a pensar que realmente no existe un verdadero sentido de la vida; al menos no uno general, pero de eso ya me ocuparé más adelante.
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