miércoles, marzo 17, 2004

El gato negro de Edgar Allan Poe

A mi parecer, la máxima calidad en la obra de Poe se muestra en sus cuentos donde el terror no viene de una amenaza externa, sino de los más oscuros rincones del alma. Nadie como él le ha dado a los monstruos de nuestro interior la espeluznante solidez de la realidad, ni materializarlos del mismo modo. Sumados a sus vivas descripciones de ambientes ricamente adornados, o detalladamente grotescos, Poe nos hace compartir los sentimientos, temores y pesadillas que trastornan a sus personajes. Sus cuentos “grotescos” y “arabescos”, como él les llamó, son de los mejores en toda su obra, y como ejemplos tenemos El gato negro, Enterrado vivo o La caída de la casa de Usher .

"El gato negro nos cuenta" sobre la creciente locura de un hombre que desarrolla un odio irracional hacia todos los animales (a los cuales antes adoraba), y en especial hacia su gato. Su odio crece hasta hacerle cometer la locura de ahorcar a su mascota, y de ahí en adelante se suceden extraños sucesos que trastornan aún más al personaje: aparece una “reencarnación” del gato, con una mancha en la piel igual a la cuerda con que fue ahorcado el anterior, imágenes bizarras aparecen en las paredes después de un incendio y no desaparecen ni con varias capas de pintura. Estos y otros sucesos aumentan la locura del hombre, que termina por matar a su esposa y emparedarla. Ni siquiera después del inquietante desenlace podemos encontrar una explicación a su locura, por lo que nos queda la sensación de que a cualquiera podría ocurrirle lo mismo... y eso es lo más espeluznante.

Este cuento es sólo uno de muchos otros relatos excelentes que pueden encontar en las
Narraciones Extraordinarias, escritas por el propio Poe. Si pueden no dejen de checarlas.

¿Por qué leer este cuento? Porque es agradable sentir ese escalofrío recorriendo la espalda cuando nos imaginamos que el hecho podría sucederle a cualquiera. Yo por ejemplo, en esta semana he tenido mi propia cuota de actitudes extrañas y de reacciones explosivas sin motivo aparente. En el fondo, soy de la idea que todos traemos dentro ese "demonio" que podría orillarnos a cometer las mayores atrocidades si no lo tuviéramos "dominado" y "socializado". Pero claro, yo no puedo escribirlo tan bien como Poe, así que vale la pena que lo chequen, y ya que andan por ahí, lean los demás cuentos del libro, les van a gustar.