martes, marzo 16, 2004

La diatriba diaria sobre el enojo...

Hoy fue uno de esos días que parecen no querer terminar y que lo hacen a uno dudar de levantarse el día siguiente. Y este ya es el tercero de una rachita bastante fastidiosa.

Sumado a mi enojo, me parece notar una pereza innatural, un desgano generalizado entre amigos, conocidos y colados. No sé si sólo soy yo o simplemente este mes no lo anima a uno a trabajar. A lo mejor es la cuaresma y la (de hecho) falta de recogimiento de este tecleador.

Por otro lado, y salvo Sófocles, el concepto de poeta está peleado con el de la felicidad. "No existen poetas felices" dicen, y aunque no soy poeta y mucho menos estoy feliz, uno supondría que este pesado estado de ánimo me inspiraría a poder escribir muchas más cosas.

Al menos ya me permitió postear dos veces en la misma madrugada, pero no sin antes pelearme largas horas con el template del blog y de sufrir innumerables frustraciones que me hicieron repetir mis cambios una y otra vez.

Eso debería enseñarme a no meterle mano a asuntos de los que no conozco mucho, pero por otro lado es el único modo de aprender.

A ver si esta semanita me enseña a fortalecer mi paciencia y al final del mes alcanzo la iluminación tras mucho meditar. Por lo pronto no hay mantra que me saque de mi enojo, y si puedo encontrar alguna reseña que tenga que ver con este tema en particular quizá la aplique, aprovechando el estado de ánimo.

Y no, reseñar Un día de furia con Michael Douglas sería una salida demasiado sencilla y la película todo mundo la conoce. Si alguien sabe un tema sobre el odio del que debería hablar, se aceptan sugerencias.

Ya para terminar, espero que los mini cambios al post sean de su agrado, aprécienlos, porque me costó mucho trabajo ponerlo s y quitar lo que sobraba.

La canción del día: Stereophonics - Maybe Tomorrow