viernes, abril 30, 2004

El resumen obligado (y retrasado) sobre visitas londinenses:

Ya sé que me retrasé más de lo planeado en actualizar el post, pero no tenía el tiempo ni las ganas de hacerlo, en parte por la profunda depresión que me provocó el regresar de Londres sin poder ver Kill Bill vol. 2 (nótese como los pretextos son lo único original del post).

En fin, dado que ya es hora de comentar mis impresiones sobre la vieja sede del imperio británico, procedo: Si hablé sólo cosas buenas de París tras mi visita hace como un mes, de Londres sólo puedo decir cosas magníficas. Es una ciudad que combina el espíritu moderno de cualquier urbe norteamericana (y mucho de su cultura en tiendas y restaurantes) con el magnífico e impresionante acervo cultural que sólo puede tener una capital europea que además fue el centro del segundo gran imperio de la historia (los otros siendo el romano y actualmente el norteamericano).

La gente, contrario a lo que pudiera creerse, es sumamente amable, todavía más que en París, y el hecho de que pronuncien su idioma con todas sus letras (a diferencia de los gringos) hace mucho más fácil entenderlos.

Esto me lleva a otro punto importante: pudiera creerse que no, pero el hecho de conocer el idioma del lugar que visitas, entender lo que te dicen y comunicarte en el mismo contribuye enormemente a hacer más disfrutable cualquier visita.

La ciudad también es enorme, pero como buena capital europea, el sistema de transporte está lo suficientemente bien estructurado como para poder agarrarle el modo rápidamente y poderse desplazar. Lo que no te deja exento de problemas y las consabidas desventuras de todo vacacionista.

Una de las primeras ideas claras que tuve la primera noche que pasamos ayer, es que todos los viajes deberían incluir un traslado aeropuerto-hotel-aeropuerto, ya que fue toda una odisea poder llegar al hostal en el que nos quedábamos, a lo que hay que sumarle que toda la aventura pasó ya tarde por la noche (el avión llegó como a las 9 a Londres y nosotros al hostal como a las 2, ya se imaginarán).

Tras la perdida obligada que todo turista debe darse, aprovechamos la ocasión para tomar uno de los típicos taxis negros londinenses, cuyos conductores se precian de conocer exactamente el lugar a donde van, y este no fue la excepción.

Después de pagarle y dirigirnos al hostal, pasó una de las experiencias más desagradables de todo el viaje (la cual por suerte no tuvo consecuencias y todo lo demás salió bien): cuando me disponía a pagar me di cuenta que no traía mi cartera y por más que buscaba y preguntaba ninguna de mis acompañantes la traía.

Tras el susto inicial y una larga búsqueda (pensando que sin dinero deberíamos mejor regresarnos al día siguiente) encontré la susodicha cartera tirada en la calle justo donde se había parado el taxi. Sólo puedo decir que el hecho de habernos perdido y haber llegado tan tarde al lugar contribuyó a que una cartera con varias tarjetas y 200 libras permaneciera intacta en mitad de la calle.

Cansados y deseando reponer fuerzas para conocer la ciudad al día siguiente, nos tumbamos cada quien en sus respectivas camas. No parecía que hubiera mayor problema salvo por el calor que hacía en el cuarto, pero a mitad de la noche empecé a estar bastante intranquilo porque sentía una molesta comezón por todo el cuerpo, hasta que sentí algo caminando por mi frente y al aplastarlo me di cuenta que algo no andaba bien.

Tras encender la luz por ahí de las 3 o 4 de la mañana, pude apreciar que mi cama era el paso obligado da varias chinches, o garrapatas, o lo que haya sido, junto con sus crías. A esa hora de la noche no teníamos muchas ganas de discutir así que simplemente me cambié de cama y temprano por la mañana me di un baño a conciencia para quitarme la sensación de los animalitos andando por todos lados.

Al día siguiente el encargado, con una tranquilidad digna de película, nos preguntó qué tipo de bicho teníamos mientras nos mostraba un catálogo que tenía a la mano (sólo en Inglaterra puede pasar eso: no eliminan a sus bichos pero los tienen bien localizados). Tras decirnos que los “bed bugs” como resultaron ser no tenía enfermedades y tratar de consolarnos diciendo que el también tenía en su cama, optamos por dejar esa cama aislada y preocuparnos de ello después, porque teníamos mucha ciudad que visitar.
De la ciudad en sí no hay mucho que decir que no hayan visto en películas y postales. El recorrido en esos típicos autobuses turísticos nos tomó todo el día y no permitió ver casi (y reitero el casi) todo lo importante en cuanto a monumentos y edificios de interés (incluyendo pasar unas 5 veces frente al hotel donde se hospeda el hoy gobernador de California “Ajnold” y escuchar la misma anécdota la misma cantidad de veces.

Después de la parada obligada en Picadilli Circus y visitar las tiendas, terminamos el primer día ya casi sin dinero tras comprar souvenirs para los respectivos amigos y familiares. Los precios no son más altos de lo normal en cualquier ciudad turística, pero estando la libra a 1.5 euros (unos sorprendentes 20 pesos mexicanos aproximadamente), el término “barato” es sumamente relativo.

Igual que en París, resulta imposible conocer los puntos más representativos de Londres en 4 días, pero a diferencia del anterior viaje, en esta ocasión me quedé con muchas más ganas de ver todo aquello que me faltó, y nos dejó una mayor sensación de decepción el no haber podido verlo todo.

Dado que eso se me hace más relevante, mencionaré lo que me faltó ver y con lo me quedé más ganas: para empezar el Museo Británico, y antes de que el público cautivo me proteste por no haberlo visto siendo algo tan representativo, sepan que está en una zona muy alejada, y tratamos de organizar las visitas de modo que pudiéramos ver la mayor cantidad de cosas en una misma zona. Otra cosa que nos faltó fue poder ver alguna buena obra en un típico teatro inglés, así como visitar los tours nocturnos que presentan el lado fantasmal y menos conocido de la ciudad.

¿Qué otras cosas curiosas y relevantes hubo? No les daré detalles del viaje, mejor los chismes de rigor. Los ingleses siempre se han sentido más que europeos, lo que se refleja en su forma de pensar, el ambiente que se vive en sus calles y en general la cultura que se aprecia en la ciudad. Realmente se puede sentir el sabor de una vieja sede imperial cuando uno recorre los salones de los museos y palacios dispersos por todo Londres.

Por otro lado, la invasión de la cultura norteamericana, sus viejos hijos descarriados, es evidente, en la moda, las tiendas y mucha de su tecnología.

Es el único lugar del mundo en que me haya tocado ver que todos los lavabos de cualquier baño funcionan por default con agua caliente, sin importar el clima que haya en ese momento.

La gente, como ya dije, es mucho más amable de lo que cualquiera pudiese pensar, y de lo que nos han planteado las películas.

El metro de Londres, al que sus habitantes llaman cariñosamente “el tubo” realmente hace honor a su nombre, pues tiene una forma casi cilíndrica muy particular, lo que dificulta que mucha gente alta vaya cómodamente parada en los vagones.

Y a menos que esté olvidando algo (en cuyo caso lo subiría luego) me parece que es todo lo relevante de este viaje, quedando pendiente para próximos posts el debate sobre el sentido de la vida y la combinación extraña de poderes y habilidades adquiridas que ya había mencionado Edgar con anterioridad.

Antes de que me vuelvan a interrumpir dejaré aquí este recuento, porque los deberes de un marido abnegado parecen no terminar nunca.

jueves, abril 29, 2004

El segundo comentario del día sobre los retrasos:

Ya es como la tercera vez en el día que intento sentarme para poner el resumen del viaje a la pérfida Albión, pero los múltiples deberes que trae consigo el amasiato me lo han impedido, pero no desesperen, que ya al rato espero terminarlo y subirlo.

En el ínterin y para los que se lo estén preguntando, les explico que "pérfida Albión" significa la traicionera Britania (Albion era el nombre pre-románico de Bretaña). La frase fue acuñada en un poema de 1793 por Agustin, Marquez de Ximenez, quien escribió en aquella época "Attaquons dans ses eaux la perfide Albion" (Ataquemos en sus aguas a la pérfida Albión).

La frase se popularizó por ahí de 1813 e incluso fue utilizada como un eslogan de reclutamiento durante las guerras napoleónicas. En la actualidad sigue utilizándose de manera más o menos común para referirse a Inglaterra, casi siempre en artículos que la critican, dado que es una connotación negativa de dicha nación.

Después de esta perla de sabiduría inútil, prometo intentar postear en el transcurso de la noche y a más tardar para mañana ya podrán checar el resumen de mis desaventuras cruzando el Canal.

El primer comentario ocioso del día sobre estadísticas banales:

Hace rato que entré a revisar el tag y ver si me inspiraba para postear algo al fin, me dí cuenta que yo mismo fui el visitante número 500 de la página. Tras felicitarme a mí mismo y darme las merecidas palmaditas aprovecho para felicitar al público cautivo por hacerme caso y entretenerse con el tag.

Tal vez debería crear un blog que se dedique a recopilar conversaciones interesantes y debates de toda la red. Pero.... naaah, implicaría demasiado esfuerzo. Mejor invento aquí mis propios debates.

jueves, abril 22, 2004

La diatriba diaria sobre explicaciones no pedidas:

Para sumarlo a las excusas usuales, los siguientes cinco días no habrá nada nuevo en el post porque parto a Londres en un par de horas y regreso hasta el lunes.

Dado que quedan asuntos pendientes que discutir, espero que este breve descanso sirva para planear mi punto de vista sobre el sentido de la vida.

Mientras tanto pueden anotar sugerencias sobre futuros temas o reseñas en el tag.

lunes, abril 19, 2004

La diatriba diaria sobre fe de erratas:

Por una seria confusión mental provocada por la masiva ingestión de tapas, señalé en el post anterior que Alan Moore había escrito otra de las grandes obras del cómic.

Aunque sí ha hecho algunas de los mejores representaciones del arte secuencial, cuando hice la referencia estaba pensando en El regreso del caballero nocturno, de Frank Miller.

Aprovecho la corrección de este grave error para hacer publicidad a la película que se está filmando basada en otra de las grandes obras de Miller: Sin City. Si les gusta el cine negro y las historias oscuras y crudas, no dejen de ver esta película, con la espereanza de que se mantenga fiel al ambiente del cómic.
El anexo del día sobre Watchmen, de Alan Moore:

No sería una labor de difusión completa la que realizo si no les facilitara por lo menos los medios para buscar las obras aquí reseñadas.

La mayoría de las cosas que reseño las pueden conseguir por internet (especialmente las películas y las series), y aunque nunca será lo mismo que leerlos físicamente, los cómics no son la excepción.

La mejor forma de leer Watchmen es en un solo tomo de pasta dura con el hermoso diseño que le dio Norma Editorial aquí en España, pero ante la dificultad de hacerlo, el cómic lo pueden encontrar (escaneado y con una resolución bastante decente) aquí

Espero que esto les facilite el poder darle una checada al cómic, porque es algo difícil de conseguir.

domingo, abril 18, 2004

WATCHMEN
Escrita por Alan Moore, con arte de Dave Gibbons

Quis custodiet ipsos custodes ("¿Quién vigila a los vigilantes?")

Con esta frase tomada de las "Sátiras" de Juvenales, se nos adelanta el argumento de lo que es en realidad una profunda y complicada obra de arte secuencial. Watchmen es el estándar por el que todas las demás creaciones serias del medio de los cómics se miden en cuanto a su calidad, y con justa razón.

Todo comienza con los delirios paranóicos de un héroe medio loco llama Rörschach (que tomó a identidad y su símbolo del famoso test del mismo nombre donde se interpretan las figuras que uno ve en una mancha de tinta), quien sospecha firmemente que algo mucho más grande se esconde tras el asesinato de Edward Blake, "El Comediante", un antiguo vigilante (otro término para los super héroes del estilo de Batman o Daredevil) retirado que tenía nexos con el gobierno.

La historia transcurre en un Estados Unidos de 1985 muy distinto al que conocimos nosotros. La Guerra Fría sigue en pie, pero también lo hace Nixon, que continúa siendo presidente tras 3 periodos de gobierno y haber ganado la Guerra de Vietnam (gracias a la intervención de otro super héroe, pero deberán leer la historia para saber cómo). En este mundo, los héroes enmascarados están prohibidos gracias al Acta Keene, que se promulgó en 1977 después de una larga huelga policial y diversos disturbios en las calles del país.

A lo largo de la historia el lector (gracias a la magnífica construcción de Moore y Gibbons, cuyos lápices resultan geniales para reflejar el argumento del primero) se pregunta continuamente si Rörschach está realmente demente o ha descubierto en verdad un complot para asesinar super héroes y, lo que es peor, millones de personas inocentes.

Mientras es víctima de esta misma conspiración, Rörschach huye de la ley intentando reunirse con sus antiguos compañeros de aventuras en un intento desesperado por salvar al mundo y sus propias vidas, pero el descubrimiento que realicen los impactará hasta la médula y los hará enfrentarse con enormes dilemas morales mientras sus acciones deciden el nuevo rostro del mundo.

Sé que parece una historia demasiado compleja o demasiado simplista si se ve desde la típica perspectiva del "héroe que salva al mundo y no se ve afectado en el proceso". Sin embargo, la forma en que Moore y Gibbons construyen la trama se desarrolla de manera tan sutil y fluida que nos van llevando paso a paso de un misterioso asesinato a la toma de decisiones que afectan la vida de la Tierra como la conocen los personajes.

Mientras seguimos la historia de dos generaciones de vigilantes enmascarados (desde finales de la Segunda Guerra Mundial a la gélida sombra de la Guerra Fría), contemplamos como estos héroes buscan la redención de sus propios pecados y fallas, tan humanas como lo es la búsqueda de un sentido a nuestra propia existencia.

Todo esto y más es la historia de los Watchmen, aquellos héroes que son más que humanos precisamente porque sus poderes sirven para revelar su propia y cruda mundanidad.

sábado, abril 17, 2004

El comentario desvelado sobre fines de semana afortunados:

Dado que uno de los objetivos principales de esta página es darme palmaditas en la espalda y elevar mi ego, felicítome a mí mismo porque un personaje que envié para concursar en la página de www.vampiros.com.mx fue elegido para representar en la misma al clan Lasombra.

Antes de que los miembros gargallescos del público cautivo protesten por mi vanidad (no que me importe :P), debo decir que este personaje y todos los demás que han surgido en todos estos años de historia no habrían tenido la misma riqueza ni habrían nacido sin su participación y amistad cada fin de semana (a pesar de las recurrentes pérdidas de atención).

En una nota aparte, la madre fortuna sigue bendiciéndome con una buen mano en el casino (no fue mucho y no lo presumo más pa no salarlo). Solamente aprovecharé estas dos anécdotas para desear que lo que resta del año sea igualmente bueno para todos nosotros.

Y en el próximo episodio: finalmente saldrá la esperada reseña de Watchmen y un comentario sobre los extraños poderes mutantes de un servidor: el de estorbar a los congéneres y reconocer cuales de ellos batean de más de un lado :P

No hay canción obsesiva del día pero tengo ganas de salir a antrear. "Marcheros" apúntense.

miércoles, abril 14, 2004

Diálogos de Themyscira (parte dos):

Continuando con los temas femeninos, y para aliviar un poco el asunto dedicando mi atención a temas más agradables, una reseña ad-hoc:

Mujer Maravilla: el espíritu de la Verdad
Escrito por Paul Dini, con arte de Alex Ross

Esta es la cuarta entrega de una colección de obras maestras que se lanzaron el año pasado (incluyendo SUPERMAN: PAZ EN LA TIERRA, BATMAN: GUERRA AL CRIMEN, y SHAZAM! EL PODER DE LA ESPERANZA), por el equipo creativo constituido por el ganador del Emmy (por su trabajo en la serie animada de Batman) y productor Paul DIni y el aclamado artista Alex Ross.

Ya de por si el precioso estilo de Ross es razón suficiente para adquirir la colección (chequen su página para ver algunas de las representaciones más realistas y estéticas de muchos superhéroes aqui), tan sólo para darnos una idea de cómo sería Diana Prince si existiera en realidad.

Aunado a lo anterior, este libro, publicado en un tamaño extra-grande, tiene una historia breve pero muy emotiva, revelando las dificultades y obstáculos a los que se enfrenta la Mujer Maravilla, debido a la percepción que tiene el público de ella, basada simplemente en su apariencia y su género. En este viaje de auto descubrimiento, la princesa amazona aprende, junto con el lector, un poco más de la persona que es en realidad, al tiempo que combate tanto amenazas físicas como prejuicios de todo tipo.

Datos curiosos:

* En la obra mencionada la propia Mujer Maravilla es víctima de los prejuicios que una sociedad fundamentalista tiene hacia una mujer con tan escasa ropa.
* El personaje nació en 1941, cuando el psicólogo Charles Moulton (o William Moulton Marston, inventor del detector de mentiras, lo que motivó la creación del "lazo de la verdad" del personaje) decidió crear un cómic orientado exclusivamente a las niñas, en un esfuerzo por motivar su independencia y confianza en sí mismas.
* Los poderes de la Mujer Maravilla le fueron dados por los Dioses del Olimpo. Ella tiene la fuerza de Hércules, la belleza de Afrodita, la sabiduría de Atena y la velocidad de Mercurio.
* Themyscira (o Temiscira en español, en el post anterior lo escribí mal) es la traducción al griego de "Isla Paraíso", otro de los nombres con los que se conoce el hogar de la princesa amazona.
* Phil Jimenez, uno de los más recientes dibujantes del cómic de la Mujer Maravilla es gay, y en varias entrevistas ha mencionado la gran pasión que siente por el personaje y la inspiración que resultaba para él como niño (por sus ideales, no piensen mal)
* Alex Ross siempre utiliza modelos vivos para crear sus obras, varios de los cuales son amigos o vecinos suyos.
* De acuerdo a su propia madre, el artista dibujaba casi desde antes de aprender a hablar, a la tierna edad de tres años, cuando dibujó de memoria un comercial que acababa de ver en televisión.
* En la que es su obra favorita, Kingdom Come, el personaje principal es el propio padre de Ross, con muchos de sus amigos haciendo varios cameos en las escenas.
* Normalmente le toma de 3 a 4 días el crear una página, y su promedio es de unas 10 páginas al mes. Empieza por dibujar las 10 páginas y luego las pinta todas juntas. Un video de este proceso puede ser visto aqui
Diálogos de Themyscira (primera parte):

Para los que no estén familiarizados con la geografía de los cómics, Temiscyra es la isla habitada por amazonas de la cual salió la Mujer Maravilla (Diana Prince, para los mortales).

El día de hoy no podía dejar de hacer aluna alusión a cuestiones feministas o de guerra de los sexos, dado el enorme revuelo que causó dicho tema en la página hermana de Chucho.

Como ya hay suficiente polémica en aquel lado como para encima echarle leña al fuego aquí, remitiré mis comentarios a otro asunto de las relaciones hombre - mujer, esta vez en el marco de una sociedad fundamentalista.

Recordarán que uno de los temas que tengo pendientes es el explicar como dos invitadas sorpresa cayeron en mi casa para hacer de esta semana santa un verdadero viacrucis femenino en el cual expiar todos mis pecados de este año y el pasado.

Pues bien, el asunto va más o menos así: Grace (la que no soltaba las compus, como lo narré en un post anterior) y Sayra (la amiga de mi novia) vacacionaban en El Cairo (Egipto) como parte de un tour, cuando la primera de ellas pagó algo con un billete de 100 dólares. El fulano que le cobró se quiso ver hábil y tranzarla: le dijo que el billete era falso y que se lo iba a quedar. Grace protestó... grave error.

En una sociedad como la egipcia, el que se le haya puesto al brinco seguramente alteró al empleado, que le levantó cargos y rápidamente se la llevaron detenida para hacerle unas preguntas.

Para hacer un aburrido cuento largo mucho mas corto y entretenido, resumiré lo más destacable:

A pesar de que el guía se quedó con ella y le interpretaba más o menos todo lo que le decían, no podía dirigirse directamente a los soldados y funcionarios presentes, simplemente por ser mujer.

Tampoco podía sentarse de cualquier modo que no fuera con las piernas y brazos bien juntos y pegados al cuerpo, como debe de ser para una mujer recatada en esa sociedad.

Cuando alguien pasaba ofreciendo cigarros a todos, ella, por ser mujer, no podía ni siquiera tener la esperanza de que se lo ofrecieran, mucho menos a pedir uno. De nuevo, por ser mujer. Lo mismo para poder ir al baño. En ambos casos, no importaba cuantas ganas tuviera de una u otra cosa.

Total que le fue como en feria, y eso solamente por ser una mujer (aún una mujer turista) en una sociedad para la cual dicho género tiene pocas (por no decir nulas) consideraciones.

Parte de la polémica en la página hermana es el hecho de que los hombres (según la versión de ellas) no les tenemos la consideración que se merecen. Yo sólo puedo decir que la mayor parte del tiempo hacemos nuestro mejor esfuerzo al respecto (y nunca será suficiente), pero siempre se puede estar peor.... mucho peor.

La canción obsesiva del día: Pastora - Lola

martes, abril 13, 2004

La diatriba diaria sobre extrañas capacidades:

Empecemos por ponernos en contexto. Tras la moda de los reality shows en Estados Unidos, y ante la falta de ideas, una de las versiones más recientes juntaba a varias parejas en una casa que necesitaba múltiples arreglos.

Los ganadores se quedaban con la susodicha casa, tan sólo al precio de vender su escasa dignidad y aventarse los más desquiciados concursos a los que los productores los sometieron.

En fin, hoy martes por la noche acaban de estrenar la versión española de ese programa. No hay mucho rescatable que decir al respecto, salvo por un punto crucial.

Explotando al máximo el morbo de la audiencia, los productores se aventaron la genial idea (esto lo digo en el mejor sentido) de incluir en el concurso a una pareja homosexual, cosa que seguramente elevará considerablemente el rating.

En fin, mientras mi coprotagonista veía la presentación obligada de los concursantes que se hace en el primer episodio de este tipo de programas, pusieron primero a la parte femenina de dicha pareja homosexual, que vive con su madre y su abuela y tiene unas maneras muy delicadas para el metro ochenta que tiene.

Tan sólo con ver un par de sus gestos y oir su forma de hablar, lancé al aire un comentario al que nadie hizo caso (mujeres pegadas a la televisión suelen ser peores que nosotros los hombres cuando algo les interesa): sin pensarlo mucho, y pensando que quizá estaría equivocado, se me ocurrió mencionar que seguramente era gay.

Tras escuchar hasta la cocina (donde este abnegado narrador lavaba los platos y me acordaba de la anécdota en el blog de Chucho) el grito de Chelly cuando se sorprendió al presentarse a la pareja del gordito, caí en cuenta de hasta qué punto empiezo a desarrollar un incipiente gaydar que, pensándolo mejor, me vendrá bastante bien para evitar situaciones incómodas al conocer gente nueva.

No, si el conocer a tantos hace que a uno se le peguen estas cosas :P Vaya este comentario como felicitación por los 3 años cumplidos del cliente cautivo más exigente.

La canción obsesiva del día: Kevin Johansen - La Procesión

lunes, abril 12, 2004

Mientras tanto, desde lo alto del Gólgota/Tibidabo:

Terminado el viacrucis personal de este servidor, se impone una breve explicación: Para los que no tengan una idea general de la geografía de Barcelona, básteles saber que en un extremo están la playa y el mar (fríos por cierto, no se antoja ir) y en el otro la montaña, cerca de la cual vivo yo.

En dicha montaña hay un punto turístico, llamado Tibidabo, con una iglesia de estilo gótico, un derruído parque de diversiones y una vista bastante decente de la ciudad. Tomando eso como referencia ya podrán entender la frase introductoria del post del día, de nuevo recuerden que está relacionada con el viacrucis que ya adelantaba hace un par de días.

Procedamos pues:

Dramatis personae (los actores de este drama): El viacrucero y narrador del mismo, su coprotagonista femenina, la prima de el, el porcentaje racial para que se vea nuestra diversidad políticamente correcta (léase BB), Sayra, la amiga de mi novia a la que amablemente recibimos, y "Grace" (si es que se escribe así), la compañera de Sayra y prueba viviente de que se puede ser fresa y tener rasgos mestizoides.

Prólogo: Recoger a las invitadas forzadas es algo que no estaba planeado. Tras comer el viernes por la tarde con un amigo, mi prima y mi novia, y mientras le mostrábamos la ciudad a la segunda, nos llegó la llamada de Sayra, que había llegado a Barcelona de emergencia (esperen la reseña de su emergencia en otro post) y como amables anfitriones que somos le ofrecimos quedarse con nosotros e ir por ella. No contábamos con que trajera acompañante, así que los dos voluntariosos hombres del grupo tuvimos que cargar con las maletas hasta la casa. Creo que no hubo algo realmente relevante esa noche así que sigamos con el viacrucis.

Día uno, primera estación de la pasión: El dictamen original ya se adelantaba tenso, y no fallé. Lo primero de lo que me dí cuenta es que es un enorme problema poder ir al baño en una casa llena de mujeres, que en promedio deben tener una vejiga 3/4 partes que la de los hombres. A esto súmenle que el boiler del departamento es eléctrico y más pequeño que un motor de licuadora, por lo que, entre que las invitadas se arreglaban para turistear y todo mundo iba al baño, mis necesidades debieron ser ampliamente contenidas y no me pude bañar hasta las 5 o 6 de la tarde.

Segunda estación: Uno pensaría que con la casa llena de mujeres al menos habría algo de limpieza. Error. Con un par de invitadas fresas y malhechas, que para esto no dejan de tragar todo el pinche día, la cocina vio pasar platos y platos y vasos y vasos que mi coprotagnista y yo, en un esfuerzo por ser buenos anfitriones, tuvimos que lavar.

Tercera estación: Estaba pensando el otro día cómo hasta las buenas maneras se han visto afectadas por la sociedad de la información. Muchos estarán de acuerdo que para nuestra generación es una muestra de buena educación el que, si tienes invitados en tu casa y también tienes acceso a internet, se los ofrezcas cuando gusten para comunicarse a su casa o hacer cualquier pendejada de las que uno suele hacer en la red, como crear un blog que luego da hueva actualizar.

En fin, tras nuestra obligada muestra de cortesía todo pareció ir bien. Pero de nuevo, no esperábamos que nuestras invitadas aún fueran un par de niñas malcriadas que ponen su bienestar antes que cualquier otra cosa. Grace en particular, la amiga de la amiga de mi novia, aprovechaba cualquier momento en que te levantaras al baño o a cualquier otra cosa para posesionarse de cualquiera de las computadoras, con la consiguiente cara de mta de un servidor o su novia.

Cuarta estación, noche de fiesta: El mejor momento paz, semejante al brevísimo "descanso" (toda proporción guardada y sin ánimo de ofender conciencias) que Jesús tuvo cuando le ayudaron a cargar la cruz, fue cuando la invitadas, mi prima y mi novia se arreglaron para salir al antro la noche del sábado. Realmente fue gracioso escuchar 4 veces o más el "no tengo que ponerme" y verlas a todas tratando de arreglarse, para que luego aquí los antros fueran cualquier pinche cuarto cerrado con un mínimo de ventilación y cero formalidades.

No hubo muchos eventos relevantes (salvo los encuerados mamados que formaban parte del show del primer antro) hasta que las invitadas se empezaron a hartar y querían conocer otro antro. La cara de irritación de mi coprotagonista me dio a entender que a ella le caga eso de andar cambiando de lugar si ya pagaste cover en uno. En fin, las entradas y las bebidas no están tan caras y había un buen atractivo visual como para que un servidor se entretuviera en los ligares visitados sin hacer mucho más que acabarse su bebida.

En fin, que mientras cambiábamos de un antro al otro, salió a relucir de nuevo la pequeñísima vejiga femenina, y con cuatro mujeres mionas que ya no aguantaban debido al frío, Alex (el amigo de la comida del viernes) y yo optamos por terminar metiéndonos a un antro que ya habíamos recorrido varias veces mientras las invitadas le encontraban peros a todos. Lo que hacen las ganas de ir al baño....

La noche terminó en la parada del camión, como a las 5:30 de la mañana, mientras (de nuevo) las invitadas estaban que se miaban mientras esperábamos que abrieran el metro o pasara el primer camión del día. Total que el par de niñas malcriadas optaron por regresarse antes a la casa con tal de vaciar como por centésimas vez en la noche su mini vejiga.

Las siguientes estaciones de la pasión, correspondientes a ayer domingo, son más o menos una repetición de lo anterior: baño lleno, compus secuestradas, platos sucios y una hueva generalizada, hasta el momento en que los amables anfitriones, con toda nuestra hueva dominguera, nos vimos arrastrados a bañarnos y acompañar a las invitadas a la estación de camiones. De nuevo la cargadera de maletas y en general nada muy relevante hasta que cenamos unas merecidas hamburguesas y rematamos con unos waflecillos a medianoche. No pudo haber mejor final para el domingo de resurrección de mi paz y serenidad.

Y en el póximo episodio: Detalles de la "eventualidad" que terminó incrustándonos al par de invitadas, la prometida reseña de Watchmen, y un primer intento para intentar contestar la petición del sentido de la vida en cinco palabras o menos.

viernes, abril 09, 2004

La diatriba diaria sobre féminos viacrucis y casas llenas:

Aun cuando Alberto sea el que presume de tener la casa llena, un servidor convivirá los siguientes 2 días, no con una, ni con dos, sino con cinco mujeres cinco (horror!!) y sus respectivos ánimos individuales.

Ante tal perspectiva sólo me queda recordar las enseñanzas de Kalimán y aplicar toda la serenidad y paciencia de que soy capaz, tras varios años de ignorar las pérdidas de interés de mis jugadores a mitad de cualquier sesión de Vampire.

Un reporte más extendido de las andanzas de este bendito entre las mujeres se publicará tan pronto tenga un breve momento de paz y serenidad (valga la redundancia).

Además, apenas anoche terminé de leer Watchmen, la novela gráfica que elevó hace casi diez años el estándar de los cómics hasta ubicarlos a la par de cualquier novela de renombre. La historia es interesante y te mantiene adivinando los quiénes y los por qués hasta el final.

No en balde es considerado EL cómic con el cual se comparan todos los esfuerzos serios y profundos en este campo.

En breve una reseña de esta obra maestra de Alan Moore y Dave Guibons, que no deberían perderse todo aquel que quiera tener otra perspectiva de los cómics, más allá de simples "dibujitos para niños".

La canción obsesiva del día: En honor a su próximo concierto en Barcelona, donde me encuentro exiliado, escuchen "Ride", de The Vines, el primer sencillo de su nuevo disco.

Y no olviden prender una vela por el viacrucis personal de este servidor.

miércoles, abril 07, 2004

La segunda diatriba diaria sobre centenarios:

Han sido superadas las 300 visitas a esta página. Muchas de ellas son mías, pero como dije en uno de mis primeros posts: para que crear algo como esto si no es para echarse porras uno mismo.

Mientras me doy palmaditas en la espalda sólo puedo decir: a pesar de la dejadez y no postear seguido "Go meee!!!"

La canción obsesiva del día: No sé como se llama pero es el primer sencillo de Sole Jiménez. Búsquenle y me dicen.
La cité des enfants perdus
De Marc Caro y Jean-Pierre Jeunet

La ciudad de los niños perdidos, donde “felices para siempre” es sólo un sueño… es el eslogan que acompañaba los carteles de esta confusa pero mágica y fascinante historia, que el año próximo umplirá 10 años de haber visto la luz.

En esta cinta las fantásticas visiones de los cineastas Marc Caro y Jean-Pierre Jeunet alcanzan su mejor momento en lo que puede ser mejor descrito como un cuento de hadas para adultos. Esta película recrea de manera sorprendente una vívida, alucinante y amenazadora fantasía, en medio de una ciudad en un perpetuo crepúsculo.

Tras la bizarra escena inicial, con un Santa Clós de pesadilla, los directores nos sumergen en un derruido pueblo costero, donde un forzudo de circo, llamado simplemente One (interpretado por Ron Perlman), recorre los muelles y callejones en busca de su hermano pequeño, quien le fue arrebatado por una misteriosa pandilla que ya se ha robado a otros niños del pueblo.

Más allá de los muelles, y casi en mar abierto, se nos muestra un enigmático “castillo” (que sería más bien una especie de plataforma petrolera), donde vive el malvado científico Krank (Daniel Emilfork).

Este clásico y torturado científico loco ha perdido la habilidad para soñar, y por ello decide robar las visiones nocturnas de los niños que secuestra, esperando con ello retrasar su avanzado envejecimiento.

Otros extraños personajes acompañan a Krank, incluyendo a unas malvadas siamesas, los seis clonados sirvientes del científico (todos interpretados por el memorable Dominique Pinon, que, entre otras cintas, ha aparecido en Delicatessen y Amèlie), así como un cerebro gigante a quien Jean-Louis Trintignant le da voz.

Aún así, de entre todos los personajes de la cinta yo tengo que quedarme con dos favoritos: uno es la preciosa Miett (Judith Vittet), la pequeña ladronzuela y compañera de aventuras de One a lo largo de la cinta, quien terminará haciéndose su mejor amiga y resulta uno de los hilos conductores de la historia, además de robar cámara en cada escena en la que aparece.

El otro es sin lugar a dudas el organillero que trabaja para las siamesas, quien al ritmo de una perturbadora melodía de Angelo Badalamenti envía a sus pulgas entrenadas para realizar los más variados trabajos.

Con todo lo confusa que puede resultar esta cinta, definitivamente vale la pena verla, y si como a mí les gustan las historias extrañas y originales, coincidirán en que vale la pena verla más de dos veces.

¿Por qué ver esta cinta? Para empezar porque nunca está de más ver una historia original y divertida, además de aprovechar que seguramente el año que entra se lanzará una edición especial conmemorando su primera década. Los escenarios, las actuaciones, la música, los personajes, y Miett en particular, hacen de esta una historia que nadie debe perderse.
La diatriba diaria sobre visitas y pretextos:

Ya vi que uno de los detalles que le dan estilo a este blog es el de los pretextos por los que no actualizo con la periodicidad que el público cautivo exige. Por lo menos soy sincero y admito siempre que gran parte de la culpa es mía porque aunque tenga tema de que hablar me da flojera sentarme a escribir.

Esta semana mi pretexto es la llegada de mi prima, la mejor amiga de mo novia, por un par de meses. En el aspecto tragi-cómico del asunto, podrán imaginarse que con una casa llena de mujeres, las cosas tarde o temprano se van a poner tensas, con sus respectivos cambios de humor y cuestiones anexas.

Por lo pronto ya me ha tocado hacer el esperado tour de las dos viejas amigas por muchas de las tiendas de la ciudad. Esperemos que mis pies y mi sentido del aburrimiento aguanten lo suficiente.

En el ínterin y para que tengan en qué entretenerse, les dejo a continuación la reseña de un todo clásico para el Dr. Strange (visitar viejos posts para entender a qué me refiero): La ciudad de los niños perdidos.

No hay algún tema obsesivo del día. Al menos no todavía, a ver qué sale después.

viernes, abril 02, 2004

La segunda diatriba del día sobre las diatribas:

De acuerdo al diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, diatriba se define como un: "Discurso o escrito violento e injurioso contra alguien o algo."

Si escogí esa frase para iniciar con ciertoo estilo muchos de los posts, fue porque, en primer lugar, Chucho ya me había ganado la frase de "comentario del día..." y no se me podía ocurrir algún buen sinónimo.

Por otro lado, una de las primeras cosas que noté al llegar a España (además de que es un país dividido, más parecido a una federación de facto en la que cada región ve con desconfianza a todas las demás), es que a la gente le encanta pelear.

Todo el tiempo están de mal humor, y no hay día que no me toque ver un pleito o algún escándalo en plena vía pública. Justo hoy me tocó ver cómo corrían a un vago que intentaba dormir en una iglesia, el cual le daba de muletazos a las puertas mientras mentaba madres en la avenida más concurrida de la ciudad.

Dicen que la casa de Dios no está cerrada para nadie, pero de ahí a que se le use de hotel y se le den de patadas a sus puertas hay una gran diferencia.

En fin, tras este desvío vuelvo al tema: dado que todo mundo está de malas en España y esas cosas generalmente se pegan, mi propia forma de hablar y mucho de mi humor están en constante irritación, lo que se refleja en mi forma de hablar y contestar. Parte del público cautivo ha sido testigo de los corajes que me hacen pasar los pinches catalanes, las BBísimas y mi coprotagonista de historias europeas, así como los arranques de ira que me provocan.

De ahí que muchos de mis discursos en el post tengan ese carácter "violento e injurioso", por lo menos contra las buenas costumbres o las situaciones que me hacen estar de un humor grumpy todo el tiempo.

En fin, eso será hasta que se me ocurra alguna otra frase catchy con la cual empezar mis comentarios.

Otra canción obsesiva del día es "Save the world today", de Eurythmics. Por cierto, me queda la duda si la canción "In the shadows" de The Rasmus, es o no un cover. Un premio al que sepa decirme.
La diatriba diaria sobre los momentos de debilidad de un comiquero:

Estando en París entramos en una tienda de comics que había por ahí, bastante bien surtidita por cierto. Echando una rápida ojeada a todos los títulos que tenían, e intentado captar un poco por dónde iba cada historia, me di cuenta con qué facilidad puede uno perderle el hilo a este asunto.

Y es ahí donde volvió a asaltarme una terrible duda que tarde o temprano oprime el corazón de cualquier fan de comics: "gosh, jamás voy a poder entenderlo todo, ¿cómo me metí en esto en primer lugar?" Por suerte la duda se disipó pronto y esta semana empecé a leer Watchmen (esperen reseña pronto) y me compré el último número de Batman: Bruce Wayne fugitivo (y único comic que compro en España, los demás los bajo de la red).

Realmente no sé por donde seguir el post desde aquí. Podría criticar el método gringo para contar historias interminables en cómics (que duran 10, 20 o mil años, hasta que las ventas bajan) y contrastarlo con el más concreto y accesible modo japonés de contar las historias en los mangas.

Por otro lado, podría explayarme diciendo que cualquier afición que resulte apasionante, es en sí misma un universo casi interminable, y que uno de los más ricos y coloridos es el de los cómics.

Sin embargo, no diré eso ni nada más. Con la serie de chismes que hay en mi casa me presionan y me dejan todavía menos tiempo para postear. A eso hay que sumar mi patente dejadez y una sobrehumana capacidad para encontrar otras cosas que hacer en lugar de lo que me urge hacer o lo que es más importante.

Aprovecho el espacio para lanzar una mini diatriba sobre los poderes mutantes recién descubiertos: tras varios corajes y múltiples regaños de mi novia en su papel de madre sutituta que intenta terminarme de criar, opté por ya no hacerle caso y sólo reírme cada vez que me dice algo sobre lo siguiente.

Aparetemente, desde que llegué a Europa empecé a desarrollar un misterioso poder mutante, quizá debido a la ingestión continua de alimentos mediterráneos. Tal poder consiste en la capacidad sobrehumana para estorbar la circulación de los demás. No importa cuándo ni donde, siempre que decido detenerme para lo que sea (sacar mi cartera, abrir mi mochila, rascarme un tompiate), lo que sea, resulta que me atravieso en la línea de circulación de algún pinche catalán (o europeo en general) que no tiene la más mínima decencia para decir "con permiso".

Como de por sí los catalanes ya no se merecen mi respeto ante su molesta forma de ser, mi bizarro poder mutante se ha convertido en una curiosa forma de incordiar a los demás.

Iron Butterfly: In-A-Gadda-Da-Vida